Es la gran pregunta que nos hacemos cuando conocemos el dato de que el café se oxida muy rápido y pierde todas sus propiedades en un periodo corto de tiempo. Te dicen, ¿sabías que al moler el café si lo dejas al aire tal cual en 40 minutos ha perdido el 80% de su sabor y aroma? Y automáticamente piensas, ¡¡¿ostras y cómo puedo conservar el café una vez lo abra para que tenga el café fresco más tiempo?!!!
Pues bien, para entender esto, primero vamos a explicar qué sucede una vez acabamos de tostar el café y su evolución para entender que le sucede y cómo podemos conservar mejor el café. Una vez el café esta acabado de tostar sigue teniendo cambios químicos dentro de él, por lo que todos los aromas y matices que este café va desarrollando durante el tueste, con el tiempo y sobre todo por el contacto con el oxígeno el café va evaporando y perdiendo estos aromas y sabores, volviendo el café cada vez mas rancio e insípido. Si dejáramos unos granos de café al aire, nos daríamos cuenta de que estas notas a rancio y sus propiedades se van disipando y al mes desde la fecha de tueste este café ya prácticamente no seria el mismo que cuando lo acabamos de comprar.
Existen muchos consejos y mitos de cómo debemos conservar nuestro café de mejor manera, pero en cambio a veces estos consejos perjudican más el café que lo conservan. El error más común suele ser que lo guardamos en la nevera en un envase no hermético y de la simple acción de abrir y cerrar la nevera para coger otros alimentos, el aire que hay dentro del recipiente del café condensa y crea humedad, otro gran enemigo del café, consiguiendo lo opuesto a lo que estamos buscando, conservar el café.
Humedad, oxígeno y calor, estos son los tres elementos que más van a hacer que el café pierda sus propiedades. Por lo que para conservar el café lo mejor posible debemos intentar escapar al máximo de estos factores. Cuando recibimos nuestro café recién tostado, debemos mantenerlo en su envase original sin abrirlo todo el tiempo que no se vaya a usar. Sí, ya sabemos que es muy tentador nada más recibes el café recién tostado abrirlo para notar esa fragancia tan agradable que desprenden los mejores cafés de especialidad, pero debéis aguantar la tentación jejejeje, claro está, siempre que no dispongas de uno de los tarros al vacío, para pasarlo a dicho tarro y extraerle todo el oxígeno para para así evitar uno de los factores que nos lo va estropear. Y así es, uno de los mejores sistemas para conservar el café es una vez abrimos el envase primario, o el que viene de la casa, es introducirlo en un tarro de vacío para así poder sacar cada vez el que vamos a usar y cuando ya tenemos nuestra ración diaria de café volver hacer el vacío y que nuestro café este el menor tiempo posible en contacto con el oxígeno.
No recomendamos para nada que lo metáis a la nevera, por lo mencionado antes, aun estando al vacío o con el envase primario, corremos el riesgo que por el uso habitual de la nevera, abrir y cerrar, abrir y cerrar, acabe condensando algo de humedad en el interior del tarro o lata y esto es la sentencia de muerte para nuestro café, en dos días lo vamos a tener rancio y habrá perdido toda su frescura, por lo que recomendamos dejarlo en la despensa o en el armario donde dejemos otros alimentos, siempre intentando que quede lo más lejos posible de cualquier fuente de calor.
Hemos realizado estudios en los que envasamos muestras de café al vacío completo en las máquinas de envasar alimentos al vacío en bolsas para el hogar, y guardado en el congelador un año y medio después seguía conservando la frescura y los matices iniciales. Para este tipo de conservación es importantísimo controlar la humedad del interior de la bolsa, ya que si no queda al vacío completo o la bolsa tiene algún poro al final por el mismo modo que la nevera creará humedad y echará a perder ese café.
Pues ya sabemos que lo mejor es conservar el café en un tarro al vacío y en la despensa, cada vez que saquemos el que vamos a usar volvemos a poner el vacío en el tarro y así podría durarnos el café perfectamente varios meses. Otra cosa que debemos tener en cuenta es que el café esta continuamente desprendiendo gases y aromas, por lo que al dejarlo en el tarro al vacío si estamos varios días sin abrirlo se pierda la presión de vacío, pero no es que tengamos el tarro roto o que se nos olvidase hacerle el vacío, es simplemente que el gas desprendido por el café a compensado la presión con el exterior del tarro, pero al no tener oxígeno en el interior ya que es gas desprendido por el café sigue haciendo su función de conserva el café correctamente.