Entendiendo el arte de espumar la leche
Espumar la leche puede parecer un acto sencillo, pero es mucho más que simplemente agitar una jarra de leche caliente. En realidad, es un delicado equilibrio de ciencia y arte que requiere precisión y práctica. Para espumar la leche correctamente, necesitas controlar dos elementos clave: la temperatura y la incorporación de aire.
La SCA recomienda calentar la leche a 55–65°C, alcanzando una temperatura máxima de 70°C y una mínima de 50°C. Más allá de esta temperatura, el azúcar de la leche comienza a descomponerse, lo que puede llevar a un sabor quemado. Por debajo de esta temperatura, la leche no espumará correctamente. Así que asegúrate de tener un termómetro de cocina a mano para obtener la temperatura justa.
El proceso de espumar la leche
El proceso de cómo espumar la leche implica la introducción de aire en la leche mientras se calienta. Este aire, introducido en forma de pequeñas burbujas, es lo que le da a la leche espumada su textura suave y aterciopelada. Para lograr esto, necesitarás una jarra para espumar y una máquina de espresso con un vaporizador.
Comienza vertiendo la leche fría en la jarra. La cantidad de leche que necesitas dependerá del tamaño de la taza y de cuánta espuma deseas. Coloca la varilla de vapor en la leche, justo debajo de la superficie, y abre el vaporizador. Deberías escuchar un sonido de ‘chisporroteo‘. Este es el sonido del aire que se introduce en la leche. Cuando la jarra esté lo suficientemente caliente al tacto, sumerge la varilla más profundamente para calentar la leche sin introducir más aire. El resultado debe ser una leche espumosa, con una textura suave y cremosa.
Paso a paso para espumar la leche correctamente
Ahora que tienes la técnica lista, sigue estos pasos para espumar tu leche correctamente:
Paso 1:
Llenamos la jarra de leche hasta el inicio del pico
Paso 2:
Purgamos el vaporizador para quitar el exceso de agua
Paso 3:
Introducimos el vaporizador aproximadamente 1 centímetro en la leche
Paso 4:
Bajamos el vaporizador y buscamos que haga un remolino con la leche. Una vez que hemos cogido el aire que queremos, introducimos la lanza al fondo de la jarra y esperamos a que la leche se caliente a la temperatura adecuada
Paso 5:
Una vez saquemos nuestra jarra del vaporizador, limpiaremos la lanza y vaporizaremos para expulsar los restos de leche
¡Y ya tendrás tu leche lista para poder Lattear! Tiene que tener una textura brillante y sin burbujas.
LOS CAFÉS QUE MEJOR COMBINAN CON LA LECHE
Si no te ha quedado claro, os dejamos un vídeo en el que os explicamos cómo espumar la leche de manera correcta: