Desde que descubrí la Aeropress, preparar café se ha vuelto un ritual que disfruto cada mañana. Este método no solo es rápido y portátil, también permite jugar con variables que afectan directamente el sabor del café. A lo largo del tiempo he probado tanto el método estándar como el invertido, y hoy quiero compartir contigo todo lo que he aprendido. Si estás buscando cómo preparar Aeropress de forma sencilla y efectiva, esta guía es para ti.
¿Qué necesitas para preparar café con Aeropress?
La Aeropress es una cafetera muy versátil. No requiere electricidad ni maquinaria costosa, lo que la hace ideal para casa o viajes. Esto es lo que necesitas:
Cafetera Aeropress (clásica o Aeropress Go)
Filtros de papel
Café recién molido (molienda media-fina)
Agua caliente (80 °C a 96 °C)
Báscula (opcional pero recomendable)
Cuchara o paleta para remover
Cronómetro o app para controlar el tiempo
Una de las cosas que más me gustan es la portabilidad. Cuando viajo, llevo mi Aeropress Go y en cuestión de minutos puedo preparar un café excelente en cualquier lugar. Es ligera, compacta y fácil de limpiar.
Temperatura del agua y tipo de molienda
Una de las claves para preparar buen café con Aeropress es cuidar la temperatura del agua. Yo suelo mantenerla entre 85 °C y 92 °C. Si está más caliente, el café puede amargarse; si está más fría, puede resultar insípido.
La molienda también influye muchísimo. Uso una molienda media-fina, parecida al azúcar. Si es demasiado fina, cuesta mucho presionar; si es muy gruesa, el café queda débil. Esta variable la ajusto según el tipo de café que use y el método que elija (estándar o invertido).
Paso a paso: método estándar
Este es el método clásico, el que la mayoría utiliza al comenzar con la Aeropress. Te explico cómo lo hago yo:
Coloco el filtro de papel en la tapa y lo enjuago con agua caliente (esto elimina el sabor a papel).
Ensamblo la Aeropress sobre la taza.
Agrego entre 14 y 18 gramos de café molido (dependiendo de la intensidad que busco).
Vierto agua caliente hasta la marca 3.
Remuevo suavemente durante unos 10 segundos.
Inserto el émbolo y presiono lentamente durante 20-30 segundos, hasta escuchar el “siseo”.
Este método es ideal para quienes buscan rapidez y consistencia. En total, no me toma más de dos minutos y el resultado es un café limpio y balanceado.
Paso a paso: método invertido
Cuando tengo más tiempo y quiero un sabor más intenso, utilizo el método invertido. Así lo preparo:
Inserto el émbolo ligeramente en la cámara y coloco la Aeropress boca abajo.
Agrego el café molido.
Vierto el agua caliente hasta el tope.
Remuevo y dejo reposar unos 30 segundos.
Coloco la tapa con el filtro (previamente enjuagado), volteo sobre la taza y presiono.
Este método permite una infusión más prolongada y reduce el riesgo de goteo prematuro. El café resultante suele tener más cuerpo y complejidad.
Variables que puedes ajustar según tu gusto
Una de las maravillas de la Aeropress es la posibilidad de personalizar tu café. Las variables que más ajusto son:
Cantidad de café: más gramos = más intensidad.
Relación café/agua: uso 1:12 para café suave, 1:10 para más cuerpo.
Tiempo de extracción: desde 1 hasta 3 minutos.
Fuerza del prensado: una presión constante y suave da mejores resultados.
Con el tiempo, me he dado cuenta de que no hay una receta única. Todo depende del tipo de café, del humor del día e incluso del clima. Experimentar es parte del proceso.
Perfiles de sabor: ¿qué influye en el resultado final?
- Si uso una temperatura de 88 °C y muelo un poco más fino, obtengo una taza con más acidez y notas frutales.
- Si bajo la molienda y uso más café, el resultado es un café con cuerpo denso y sabor achocolatado.
- Un prensado rápido y fuerte suele extraer amargor. Por eso, siempre presiono lento, escuchando ese "siseo" al final como señal de que todo el líquido ha pasado.
Consejos prácticos y trucos
Algunos tips que he ido aprendiendo:
Siempre enjuago el filtro antes de usarlo.
Precaliento la Aeropress y la taza para evitar que el café se enfríe rápido.
Si dejo reposar el café antes de presionar (unos 20-30 segundos), los sabores se desarrollan más.
Nunca presiono hasta el final con fuerza; dejo que el aire haga el trabajo.
Y una de las mejores partes: limpiarla es tan fácil como empujar el filtro usado y enjuagar.
Comparativa: Aeropress vs otros métodos
He usado prensa francesa, cafetera italiana, goteo... y aunque cada método tiene lo suyo, la Aeropress es mi favorita por:
Limpieza rápida
Portabilidad
Control sobre variables
Versatilidad de recetas
Cuando viajo o quiero preparar solo una taza rápida y sabrosa, siempre elijo la Aeropress. En casa, la combino con un buen molino manual para asegurar frescura.
Conclusión
Aprender cómo preparar Aeropress ha cambiado mi forma de tomar café. Me ha permitido entender el proceso, controlar el sabor y disfrutar cada taza como una experiencia única. Tanto el método estándar como el invertido tienen su encanto, y lo mejor es que puedes ajustarlos a tu gusto.
¿Ya tienes una Aeropress? Te invito a probar estos métodos, experimentar con las variables y descubrir cuál perfil de sabor te gusta más. Si ya la usas, cuéntame tu receta favorita. ¡Estoy siempre abierto a nuevas ideas!